Se sabe que los granos integrales pueden formar parte de la dieta diaria. Para las personas con diabetes, los cereales integrales son una buena opción para incluir en la dieta debido a su valor nutricional. Algunas de las propiedades de este tipo de alimentos es que presentan un índice glicémico inferior, es decir, que se absorben más lento y por lo tanto, no generan niveles muy elevados de glucosa en la sangre disminuyendo la demanda de insulina, en comparación con los productos no integrales.
Cada vez son más los estudios que muestran los beneficios que tiene para la salud el consumo de cereales integrales y de aquellos alimentos elaborados con sus harinas. En concreto, el estudio, realizado por investigadores de la Harvard School of Public Health, ha demostrado que por cada 28 g de cereales de grano entero consumidos se reduce un 5% la tasa de mortalidad total y un 9% la mortalidad cardiovascular.
Dentro de los beneficios que otorgan los cereales integrales, encontramos:
- Aumentan la saciedad, ya que absorben y arrastran agua. Esto hace que nos sintamos más saciados durante más tiempo, pudiendo favorecer la pérdida de peso.
- Disminuye la absorción de grasas y colesterol por ese efecto de arrastre, lo cual puede ser un factor protector frente a enfermedades cardiovasculares.
- Por ese mismo efecto de arrastre, ayuda al tránsito intestinal evitando el estreñimiento, ya que ayuda a aumentar la frecuencia en el número de deposiciones.
- Su consumo reduce el riesgo de padecer cáncer de colon.
- Es importantísimo el papel que juega como prebiótico, ayudando al buen desarrollo y crecimiento de la microbiota intestinal, la cual tiene un papel fundamental como barrera de defensa, evitando la entrada de patógenos.