Irse de vacaciones es un estrés en los momentos previos, debido a la organización que requieren y si eres diabético y/o insulinodependiente peor aún ya que se le suma la preocupación de trasladar los medicamentos. Para que puedas disfrutar tus vacaciones desde antes de iniciarlas te haremos unas recomendaciones y aclaraciones.
Primero, no debes olvidar que las insulinas deben almacenarse refrigeradas y no en la puerta ni bandeja del refrigerador, idealmente en una zona central, separada de alimentos ya sea con una bolsa hermética o pote plástico. Esto hasta que comiences a usarlas, la insulina una vez abierta y mientras esta en uso se almacenan a temperatura ambiente (menor a 25°C) por máximo 1 mes, protegida de la luz y calor directo. De acuerdo con esto, para el transporte de insulinas, tanto el lápiz como el vial requieren mantener cadena de frio hasta que son abiertos y comienzan a ser usados. Si llevas insulina nueva o requieres que te dure más de 4 semanas, mantenerla en cadena de frio usando cajas o bolsos térmicos especiales y con unidades refrigerantes permitirá mantener la temperatura entre 2 y 8°C. Si es una insulina ya abierta y que estés usando periódicamente solo debes asegurar que se mantenga protegida de la luz y a menos de 25°C (idealmente dentro de su envase original).
Los medicamentos en general (comprimidos, capsulas jarabes, etc.) también deben almacenarse habitualmente a temperatura ambiente, en un lugar fresco y seco, protegido de la luz directa y de la humedad, es decir no deben ser guardados en la cocina o en el baño por ser lugares muy calurosos y húmedos. Y siempre debes procurar mantenerlos en su envase original. En caso de requerir el uso de pastilleros para mejorar la adherencia, generalmente con adultos mayores, debes recordar que desde el momento que le medicamento sale de su envase ya no está protegido de los factores físicos externos, por lo que su duración o caducidad se ve notoriamente afectada.
Ahora que ya sabemos lo básico del almacenamiento común de los medicamentos, veamos qué hacer cuando se viaja.
• Lo primero es considerar que el almacenamiento durante el viaje debe mantener las precauciones antes dichas.
• Lo segundo es realizar una lista de los medicamentos que usa habitualmente y en ella describir para que es cada medicamento, en el caso de las insulinas debe anotar cuales son de acción rápida, intermedia y lenta.
• Hable con su médico para que durante su viaje sepa que hacer en caso de perder su medicamento, pídale una receta de respaldo de los medicamentos e insulinas con sus dosis y periodo de tratamiento, recuerde que la receta debe tener una fecha vigente (menor a treinta días) en caso que se la pidan en alguna fiscalización de su viaje.
• En caso de viajes al extranjero aprenda palabras claves en el idioma de destino, por ejemplo como decir “soy diabético”, “uso insulina”, “tengo una hipoglicemia”, “necesito azúcar”, etc.
• Si usa insulina recuerde llevar también alguna alternativa que su médico le recomiende para el rescate de una hipoglicemia, como por ejemplo glucosa, glucagón, etc.
• Si es insulinodependiente una buena alternativa es usar una identificación a modo de tarjeta o pulsera que indique su condición para casos de emergencia, en inglés y español, para casos de viajes al extranjero.
• Para viajes al extranjero, pida a su doctor un certificado médico que acredite su condición y necesidad de medicamento para que no tenga problemas al sacarlos o ingresarlos en aduanas y mantenga los medicamentos en su envases originales.
• Si viajaras a zonas muy húmedas, recuerda que tanto la luz, como la humedad afectan a los medicamentos e insulinas, por lo que debes almacenarlos en bolsos herméticos que ayuden no solo a mantener la temperatura si no también protegerlos del efecto de estos factores ambientales.
Ya resueltas las dudas, no olvides llevar tu botiquín con todo lo antes descrito (medicamentos, listado, copia de receta, etc.). Así no se verá interrumpido el tratamiento.
A DISFRUTAR TU VIAJE ¡¡¡
