La miel ha sido utilizada por varias culturas antiguas como remedio frente a heridas y quemaduras, hay registro de su uso en el Antiguo Egipto, en la Medicina Tradicional China, y entre los antiguos hebreos. Hoy sabemos que la miel es antibacteriana, antioxidante y antiinflamatoria. Desde hace unos años ha destacado una miel en particular, la Miel de Manuka, como un excelente producto para curaciones de heridas complejas como quemaduras y úlceras.
La Miel de Manuka es una miel que se produce cuando las abejas utilizan el néctar de la flor de Manuka (Leptospermum scoparium), una planta nativa de Nueva Zelanda y Australia. Al menos el 70% del néctar que utilizaron las abejas debe provenir de esta planta para que la miel resultante pueda ser útil.
Destaca por su contenido en Metilglioxal, un compuesto de gran poder antiséptico. Por esto es muy útil para tratar heridas complejas sobre todo de origen vascular o por presión.
Consideraciones en la aplicación de la Miel de Manuka
La Miel de Manuka que venden en frasco para comer, por más Metilglioxal que tenga, no está preparada para ser puesta en el lecho de una herida compleja. Lo que se le exige a un producto que se consume por vía oral para ponerlo en el mercado, no es lo mismo que se le exige a un producto que irá a una herida y/o úlcera. Usualmente los productos para heridas se esterilizan con radiación, cosa que no se suele hacer con la miel para uso alimentario
Las heridas y/o úlceras complejas reciben ese nombre justamente porque son difíciles de tratar y requieren personal de salud entrenado para ello, por lo que debe consultar su aplicación con el especialista en Heridas y /o úlceras. Si por su cuenta manipula la herida y aplica Miel de Manuka, puede que no ayude e incluso puede que complique la cicatrización de esa lesión.